La fotografía es una tecnología para hacer imágenes. Solo pretende ser arte cuando su autor la utiliza con el propósito de superar el simple registro de la luz para expresarse con esta, dándole, mediante habilidades aprendidas o desarrolladas, un carácter estético, moral o emocional.
Quien registra imágenes solamente es el operador de una maquina que obtiene los resultados de una fotocopiadora de documentos. Si cobra por ello, posee el oficio de cualquier operario. Muchas veces, esto es lo que requiere un evento o un trámite u otros procesos. Ciertamente hay de estos fotógrafos en los negocios de foto carnet o en las oficinas de expedición de documentos, laboratorios, o en lugares donde las personas requieren de fotografías como un simple registro de la realidad; incluso, comunicadores utilizan la fotografía como herramienta de registro y sin ninguna intención de expresar nada que supere la realidad de la imagen. No se necesita mayor conocimiento para esto. Apunta y dispara!
Las personas en general utilizan la fotografía de esta manera y esa no es la visión de fotógrafo que queremos andar los que la abordamos seriamente como oficio o afición (para mi aun es mas afición que oficio, por lo mucho que lo disfruto). La mayoría enfrenta la fotografía como una tecnología que captura la realidad, lo que es trabajo para la cámara y sus características, el operario (a veces fotógrafo) solo pone el tiempo y la decisión de adonde apunta. Esta filosofía no es equivocada, es solo que no todos sienten mayor afición por la fotografía. Aunque hoy todos tienen una cámara en el bolsillo, no todos desean ser fotógrafos. El desafuero es asumir que ser fotógrafo y operador de cámara es lo mismo.
Varios amigos y colegas se molestan ante la proliferación de los "Weekend Warriors" (fotógrafos de fin de semana) que se dedican a otras actividades no relacionadas como trabajo principal y han comprado una "cámara profesional" o "semi-profesional" (términos que usan para referirse a las DSLR y las compactas con poderosos lentes zoom fijos) y ante sus buenos resultados como aficionados, deciden vender su trabajo a precios muy bajos para financiar mas equipo o para ganar un dinero adicional. Entre los mas jóvenes y estudiantes es muy popular hacerlo. Lo que ha creado una sobre oferta de "Fotógrafos" que junto al concepto de "operador" hace que el titulo no sea suficiente para expresar lo que realmente es capaz de hacer un profesional.
La confusión y el embarazo de quien no se siente seguro al hacer la declaración "Soy Fotografo" surge de que la expresión no expresa por si sola que tipo de capturador de imágenes eres... 😀
Muchos amigos y profesionales desearían separar las peras de la manzanas y proponen toda clase de mecanismos para hacerlo. He escuchado de crear permisos de idoneidad, o que solo los formados (con titulo) puedan ejercer o crear agrupaciones que expidan licencias, lo que requeriría obviamente de nuevas leyes, que limitarían de manera absurda la practica de la fotografía, para convertirla en una "rosca" como ha sucedido con otras actividades, a mi juicio sobre protegidas.
Para fotógrafos, el mercado decide cual necesita, mientras todos podamos hacer imágenes y el que pueda (no el que quiere) las venda.
Hacer fotos posee extremos en una linea que va entre uso-pasatiempo-oficio. Utilidad y aplicación están en un extremo, pasando por Diversión y afición ; oficio y profesión del otro lado, poner la raya depende de quien quiere vender y quien quiere pagar y porque... y esto siempre debe ser completamente libre.